martes, 30 de octubre de 2012

Las mil caras de Drácula

La Semana de Cine Fantástico y de Terror de Donostia homenajea a Drácula. Un ciclo de tres películas (Drácula -1931-, La mansión de Drácula -1945- y Drácula -1979-), el cartel del propio certamen, la decoración en el exterior del Teatro Principal donde tienen lugar las proyecciones y una exposición son los ingredientes de este homenaje. En un guiño a lo imposible, uno sueña con lo que hubiera podido significar una visita del nonagenario Sir Christopher Lee, su aparición en el escenario del Principal y un recibimiento con el teatro que se viene abajo.




Uno de mis primeros recuerdos relacionados con el terror se refiere a la figura de Drácula. Me remonto a la época preescolar, algunos parvulitos nos encontrábamos bajo la fachada de la parroquia del Corazón de María en Donostia. El acceso por cada uno de los dos laterales al interior de la iglesia estaba flanqueado por una doble puerta batiente, en medio de las cuales quedaba un habitáculo. Esa pequeña cámara oscura marcaba dos metros cuadrados de frontera entre la penumbra silenciosa del templo y la segura luminosidad de la calle. Transición, espacio atractivo e inquietante. El paso resultaba ideal para juegos de escondite o improvisar escenificaciones de exaltación terrorífica y así lo entendió mi buen amigo de juegos José Mari Conde quien, aunque solo fuera por influencia del apellido, comenzó a emular a Drácula desplegando una representación teatral con toda suerte de gritos, aspavientos y persecuciones. Abre y cierra puertas, entra y sal a la carrera, todos huyendo despavoridos de Conde y del conde, a su encuentro para luego batirnos en retirada. Fueron las primeras catas de ese placentero sabor proporcionado por un cosquilleo que surge de las vísceras, asciende por la garganta y escapa en un grito liberador. Pulsión ancestral que cruza océanos de tiempo, como el propio Drácula. Gracias a los dos, Conde y conde. 
Hoy, en la Casa de Cultura de Okendo, que se encuentra a 100 metros de la parroquia de mis primeras correrías con los condes, cierro un círculo con la visita a la exposición sobre Drácula que se organiza con motivo de la Semana de Cine Fantástico y de Terror de Donostia y que permanecerá abierta hasta el 7 de diciembre. El material ha sido cedido por Luis Gasca, donostiarra amante del cine y coleccionista de más de 8.000 comics que, ya adelanto, protagonizará el próximo artículo de Galería Orión. La sala acoge diverso material relacionado con Drácula (postales, posters, fotogramas de películas, comics, viñetas, vídeos y pases de algunas películas y series). Bram Stoker creó un guerrero con trasfondo romántico cuya crueldad como empalador se ve corregida y aumentada por la sed de venganza y posterior maldición tras su drama amoroso, pero la versatilidad de Drácula supera la de todos sus compañeros en la galería de los horrores proporcionada por el cine y la literatura. No hay más que echar un vistazo al material de esta exposición para observar las múltiples derivaciones de Drácula, que se extienden como tentáculos a lo largo del imaginario de lo fantástico. Su faceta sexual queda perfectamente plasmada y destaca la portada de una película setentera que reza “Las aberraciones sexuales del Conde Drácula”, clasificada S y en la que aparece una moza lozana cuyo seno queda oportunamente oculto por una de las alas de un murciélago vampiro. También se observa la carátula del vídeo ¡Drácula, muérdeme abajo! cuyo título delata el desparpajo con el que se desenvulve el príncipe de las tinieblas en sus salidas nocturnas. Son estas historias donde Drácula se zambulle en el elemento erótico festivo, con capa y todo, en un ejercicio de buscar lazos entre el miedo y el sexo, de circular por los túneles que conectan los instintos primarios. Hay que reconocerle a Drácula esta versatilidad que no tiene cualquier otro monstruo. No es fácil imaginar al aparatoso Frankenstein (el basto ropaje y los zapatones no ayudan) moverse sobre el jergón con semejante soltura, aunque me viene a la memoria “El jovencito Frankenstein”, película en la que Mel Brooks perfiló una criatura capaz de ir más allá de ortopédicas relaciones amorosas y cuyas hábiles maniobras, lejos de ser grotescas, eran saludadas con incontenible jolgorio por parte de su afortunada compañera. 
Por último, la muestra de Okendo recrea toda la versatilidad de Drácula con la presentación de flashes como el personaje de Condemor encarnado por Chiquito de la Calzada, el Drácula de Leslie Nielsen, el abuelo de los Monster y otras parodias más o menos afortunadas. Es ese Drácula tan versátil y caricaturesco que tanto juego otorga, heredero de ese original de Bram Stoker que no hay que olvidar.






Desconozco si existe la versión del Drácula nazi, pero esa forma de salir del ataúd…


Con semejante título y antetítulo, la foto de portada y la aparición estelar de Samantha Fox, 
lo de “Clasificada S” es mera redundancia. A Bram Stoker se le desmadra el personaje.



Caída de un mito. La frustración del Drácula ligón, según Forges.




Todas las imágenes pertenecen al Archivo Luis Gasca



Sobre la cruda realidad

Un Twiter enviado por @FNPI_org reza lo siguiente: ¿Hay algún mecanismo de defensa de los lectores cuando los diarios publican fotos escabrosas? bit.ly/OyoPtA #ConsultorioÉtico

Ese mensaje me ha movido a la reflexión y ha sido el germen de una serie de consideraciones que plasmo a vuela pluma en este espacio. Ciertamente, el periodista se ve prácticamente a diario asaltado por las dudas sobre cómo enfocar un hecho noticioso. Quiero partir de la convicción personal de que la objetividad no solo no existe sino que, además, no es en absoluto un fin por el que hay que luchar. El concepto clave es la intencionalidad para entender que la objetividad es imposible y, además, inadecuada.
Objetividad imposible: si por objetividad entendemos la mera descripción de un hecho noticioso servida en bandeja de plata y en toda su inmaculada perfección, sin distorsiones, olvídese el lector de ello. La noticia pasa por el filtro del periodista y por el filtro del receptor, filtros que son subjetividades conscientes o no y que añaden elementos de interpretación del hecho noticioso. Esa interpretación siempre existe y es subjetiva (versus objetiva), por no mencionar la obligación de sintetizar dado que la noticia se sirve en un espacio limitado. Aquí, noticia escrita fotografía o vídeo siempre aparece enmarcados y todo lo que no sale dentro del cuadro es realidad hurtada a los ojos del receptor. En resumen, la realidad cambia, por obra u omisión.
Objetividad inadecuada: al margen de una labor meramente descriptiva de una noticia, el profesional de la información interpreta la misma y la riqueza de la comunicación reside precisamente en el análisis y la diversidad de los géneros periodísticos. La intencionalidad, hilo conductor de toda esta reflexión, se convierte así en el motor central que va a decidir lo adecuado o no de publicar contenidos que pueden herir la sensibilidad del receptor. Si la intención es mercantilista (vender más ejemplares o promoción del propio medio) el morbo gana en pureza, se vende carnaza con el único propósito de obtener beneficio a costa de alimentar los más bajos apetitos del lector o espectador. Estas actitudes son éticamente reprobables siguiendo los más elementales conceptos de manual de ética periodística. Pero si la intención es remover sensibilidades o despertar conciencia crítica, podemos llegar a pensar que es conveniente tocar (o herir) la sensibilidad del receptor. El dolor de las heridas confirman que estamos vivos.
Hace algunos años trabajaba en una revista en la que publicamos un número especial titulado “El verdadero rostro del terror USA”. La idea central era criticar la actuación exterior de Estados Unidos, cuya política imperialista ha causado estragos a lo largo de los últimos 100 años. Llego a nuestra redacción una fotografía de un bebé recién nacido sin cerebro en un hospital de Irak. El drama era consecuencia directa del uranio enriquecido utilizado por los estadounidenses en la Guerra del Golfo. Era sólo uno de los muchos ejemplos de dolencias y malformaciones que se dieron después de la brutal intervención yanqui, pero aquél era un rostro, el rostro del terror, “el verdadero rostro del terror USA”. En la redacción se valoró llevar a portada aquella fotografía y, aunque la decisión final correspondía naturalmente a la dirección, la situación provocó un intensísimo y apasionante debate entre todos los compañeros sobre la conveniencia o no de publicar la imagen. Unos estábamos a favor de publicarla, otros estaban en contra y el episodio fue muy estimulante. Finalmente no se publicó, pero a todos nos había afectado la brutalidad de aquella imagen y los que queríamos publicarla precisamente pensábamos en que era la más efectiva manera de acercar a nuestros lectores la verdadera dimensión de aquella brutalidad. Efectivamente, el valor de la cercanía. La cruda realidad como remedio contra el adormecimiento de la conciencia.




viernes, 5 de octubre de 2012

Kresala. Pasó el Zinemaldia pero queda el cine


El cine club Kresala cumple 40 años y vuelve, como es habitual, en octubre. Caen las hojas, pero el celuloide renace en la Sala Kutxa de Arrasate. Todavía sumidos en la dulce y melancólica resaca del Zinemaldia (como todo lo bueno, si breve dos veces bueno), el pistoletazo de salida de la nueva temporada de Kresala será el 8 de octubre con la organización de una mesa redonda titulada “Cine y espectador. Crisis y evolución” a partir de las 19:30 y en la que participarán el director de la Semana de Cine Fantástico y de Terror José Miguel Beltrán, la representante de SADE Coro Odriozola e Iñaki Gómez, productor ejecutivo de Irusoin. 
Juan Miguel Perea es un gran aficionado
al  cine y lleva dos décadas en Kresala


Tras la inauguración, abren la temporada las siguientes proyecciones: “El hombre sin edad” de Francis Ford Coppola (15 de octubre) y “Un, dos, tres al escondite inglés” de Iván Zulueta (22 de octubre). La sesión del 29 de octubre será para una película elegida por el público de entre una lista que repartirán los responsables de Kresala. Las votaciones se realizarán en las sesiones de los días 8 y 15 de octubre. En la misma sesión del 29 de octubre, los organizadores sortearán entre los asistentes un abono de Kresala y otro anual válido para Nosferatu. Ya en noviembre, el cine club celebrará una sesión especial aniversario con la proyección de “Cagliostrio” de Richard Oswald, película muda inédita en España y que contará con ejecución de piano en directo.






Con respecto al aniversario del proyecto, cifra redonda siempre merece rebobinar. Más de 1.200 películas proyectadas a lo largo de estas cuatro décadas es el bagaje del que pueden estar orgullosos sus responsables. En octubre de 1972 Luis Bergua, Juan Berasategui y Fernando Mikelajaurgui proyectaron “Ensayo de un crimen” de Luis Buñuel, un prometedor comienzo para un proyecto que ha sido fiel a la cita con sus seguidores todos los lunes, primero en la Sociedad Kresala, más tarde en Carmelitas y otros locales y, a partir de mediados de los años 70, en la Sala Kutxa de Arrasate, su sede definitiva. Tras la última temporada, los pioneros se han retirado y Kresala ha mudado su piel.
En plena ebullición del Festival establezco contacto con Juan Miguel Perea Gassis (Donostia, 1966), licenciado en Periodismo y vicepresidente de Kresala y lo hago plenamente "inconsciente" de que, en las fechas que corren, encontrar un hueco para tomarnos un café tranquilos y charlar es poco menos que tarea imposible. Finalmente “lo pesco” fuera de una sala y charlamos unos minutos sentados en una cafetería. “Veo una media de cinco a siete películas diarias, pero mi récord está en nueve en una jornada”. Suficiente certificado de su pasión por el cine. Es autor de dos libros sobre Ridley Scott y González Iñarritu que dan una idea de por dónde van algunas de sus obsesiones cinéfilas. Perea ingresó en Kresala en 1990. El presidente es Alberto Arizkorreta, veterano director del programa de viajes de EiTB “Chiloé” y completan el equipo David Ezkerra, Carlos Minondo, Isaac Gutiérrez, Arthur Murphy e Ignacio Rodríguez.


"Ensayo de un crimen" de Luis Buñuel sirvió para inaugurar, en octubre de 1972, las proyecciones de Kresala. Le han seguido a la magnífica cinta más de 1.200 títulos.





Muerte del corpus y el celuloide
Hubo un tiempo en que un aficionado al cine podía elaborar su propio calendario de películas y descansar tranquilo pensando que había visto lo más representativo.  “Hace años, por ejemplo con el cine del periodo de entreguerras, uno podía ver un corpus que era suficiente, con un mínimo de varios cientos de producciones al año podías hacerte una idea del paisaje general. Hoy en día es imposible, la producción anual es inmensa y muy dispersa”, señala Perea. Por otra parte, la desaparición del soporte físico difumina los límites precisos del universo cinematográfico. “El año que viene o dentro de un par de años el celuloide prácticamente habrá desaparecido y sólo quedará el formato digital”. Son las consecuencias de la nueva revolución tecnológica desarrollada en esta última década y que, al igual que sucede con las ediciones digitales bibliográficas frente al papel, elimina el soporte tangible en una burla a los sentidos.

Estrenos y debate
En estos 40 años, el cineclub Kresala ha conocido una evolución no sólo en la forma de ofrecer cine sino también en los propios contenidos de su programación. En los primeros tiempos se combinaba cine de estreno con películas de preestreno e históricas y en los últimos quince años, la cartelera ha derivado hacia títulos de estreno.
La gran cantidad de producciones ha empujado a los responsables de Kresala a ofrecer algo más que la mera confección de un programa de proyecciones. “En la actualidad, los tres ejes principales son la oferta de películas que no se hayan estrenado en las salas de Donostia y que difícilmente puedan ser vistas fuera de la programación de Kresala, fomentar el debate tras el visionado de la película y, por último, tratar de contar con la presencia del director de la película en la propia proyección”.
Dentro de esta filosofía, Perea recuerda estrenos traídos a Donostia a lo largo de los últimos años, tales como como “Milenium bambo” de Hou Hsiao Hsiev, “Yi yi” de Edward Yang o “Soy Cuba” de Mikhail Kalazatov.

Menos cine, más espectadores
En plena crisis, Kresala advierte cada vez menos abonados, pero un aumento de público. En las sesiones del último programa, este aumento ha sido de un 25 por ciento, según Perea. Por otro lado, el número de proyecciones ha descendido con respecto a los comienzos del cineclub y ha pasado de las 35 o 36 a las 26 o 28 que se incluyen actualmente, por lo que se puede decir que la actividad ha evolucionado hacia la organización de menos sesiones, pero más condensadas en cuanto a elementos de análisis. La intención de los nuevos responsables es tejer una red de colaboraciones y relaciones que sirvan para reforzar los lazos del proyecto con la propia ciudad. Así, Kresala colabora con Donostia Turismo, EGHAM y la Asociación de Internautas del País Vasco dentro de una mentalidad de apertura y colaboración con otras entidades.

Entradas y abonos
La programación de 2012 / 2013 tendrá el mismo precio que la pasada temporada y será de 4 euros por sesión, con lo que no repercutirá la subida del IVA. Habrá una oferta especial de 3 euros por sesión para socios de Kresala, abonados de Nosferatu y estudiantes, profesores y demás miembros de la UPV. Los abonos serán de 30 euros e incluirán 10 sesiones.